miércoles, 18 de noviembre de 2015

Afecciones ginecológicas más frecuentes


Afecciones ginecológicas más frecuentes

Existen muchas afecciones que afectan el aparato ginecológico, algunas de las cuales, afectan en mayor medida que otras.

De cualquier manera, toda mujer debe llevar un autocontrol sobre su cuerpo, para darse cuenta, a tiempo, de cualquier alteración de la función de los órganos de dicho aparato, así como, debe mantener visitas periódicas, según está establecido por las normas médicas ginecológicas, al especialista médico correspondiente, para la pesquiza (prevención y control tempranos) de cualquier alteración.

Dentro de las patologías o enfermedades ginecológicas más frecuentes, existen algunas benignas- "buenas" (la mayoría) y otras malignas- "malas"; estas últimas, pueden ser erradicadas si se detectan a tiempo. Es por ello que los controles periódicos son el pilar indispensable  para tratarlas adecuadamente.

Existen, además, otras manifestaciones que, a pesar de no ser consideradas graves, desequilibran el funcionamiento general del organismo, llegando a causar síntomas y signos muy incómodos y, a veces, alarmantes, por lo que deben ser tratados con la misma seriedad y premura.

A continuación les dejó la lista de las afecciones más frecuentes.

Trastornos del ciclo menstrual

Son trastornos del sangrado menstrual normal, ya sea en cuanto a cantidad o a tiempo de duración. Se deben a diferentes causas, que pueden ser locales (cuando está afectado un órgano directamente; o generales (cuando no está afectado el órgano directamente). En ambos casos, la causa se debe a un desajuste en la producción de las hormonas que regulan en ciclo menstrual normal.

El sangrado menstrual normal debe ser cada 28-30 días y con una cantidad adecuada. Se considera anormal cuando ocurre cada menos de 25 días o más de 35; o cuando dura menos de 2 días o más de 7 de manera mantenida y abundante.

Las causas son las siguientes:

- trastornos generales en el sistema endocrino (sistema que controla la producción de hormonas en el organismo, donde se encuentran las que cumplen su función en la producción de un ciclo menstrual normal, el embarazo, lactancia materna, etc).

Esta afectación puede ser en cualquier órgano endocrino (hipotálamo, hipófisis, tiroides, ovario, glándulas suprarrenales) y pueden deberse sólo a desequilibrios funcionales (donde el órgano funciona de manera inadecuada, pero su estructura de mantiene normal); o puede deberse a un problema en la estructura como ocurre en los tumores (malignos o beningos)

-trastornos orgánicos locales: es cuando está afectado directamente algún órgano ginecológico (ovarios, trompas de Falopio o útero), generalmente por quistes o tumores (malignos o benignos).


Fibromiomas

Son estructuras en forma de masa o tumores, benignos, que se localizan en cualquier parte del útero. Pueden llegar a ocupar un gran espacio de este órgano, provocando manifestaciones en órganos cercanos como recto, vejiga, vagina
, etc.

Las manifestaciones están dadas por sensación de peso y dolor bajo vientre, trastornos menstruales, sangramientos relacionados o no con el ciclo menstrual normal y, cuando afectan órganos cercanos, provocan trastornos urinarios (al afectar la vejiga y vías urinarias), constipación-estreñimiento (cuando afecta el recto), entre otros síntomas y signos.


Dolor bajo vientre

Puede estar causado por múltiples factores, de causas ginecológica (por afectación de órganos ginecológicos), o no (por afectación de órganos pèlvicos no ginecológicos)

Entre las causas más frecuentes están:

- dolores relacionados con la menstruación
- cólicos nefríticos (causados por cálculos urinarios)
- tumores en la zona pèlvica
- dismenorreas
- congestión pèlvica
- alteraciones de la columna vertebral, sobre todo en la porción baja terminal (sacro y cóccix)
-endometriosis
-alteraciones de los órganos intestinales bajos (recto y ano)
-alteraciones de los órganos urinarios bajos (vejiga)
-hernias inguinales
-fibromiomas
-prolapsos uterinos


Vulvovaginitis

Es la inflamación de la vulva (genitales externos femeninos - labios mayores y menores, clítoris y tejidos que los rodean) y vagina.

Las causas pueden ser las siguientes:

- irritativas: se mencionaron en otro artículo y están causadas por irritación de la zona genital, ya sea por el calor, la humedad, ropas apretadas, telas que lesionan la zona, sustancias químicas irritantes, manipulaciones sexuales bruscas o excesivas, procederes médicos que irritan la zona, etc.

- infecciosas: causada por bacterias, hongo y parásitos.

Las bacterias más frecuentes son la Gardnerella vaginalis (que junto a otras bacterias causa la Vaginosis bacteriana) y los estreptococos.

Estas bacterias provocan secreción, a veces con muy mal olor, variando de color entre blanquecino hasta amarillo-verdoso.

Dentro de los hongos, el más frecuente es la Cándida albicans (que produce la llamada Moniliasis o Candidiasis). Se caracteriza por secesión pastosa, de color blanquecino, prurito (picazón) y enrrojecimiento vulvo- vaginal (de la vulva y la vagina).

Dentro de los parásitos, el más frecuente es la Trichomonas vaginalis, que provoca secresiones vaginales generalmente espumosas y no fétidas, enrrojecimiento de la vagina y el cuello del útero, con un punteado rojizo característico y , en ocasiones, llega a enrrojecer la vulva, provocando algo de prurito.


Enfermedad Inflamatoria Pèlvica

Es la inflamación, de causa infecciosa, de los órganos ginecológicos internos (útero, Trompas de Falopio y estructuras cercanas a éstos).

Provoca dolor bajo vientre, a veces tan intenso que puede llegar a semejar una patología quirúrgica (que conlleva tratamiento con cirugía), secresiones ginecológicas, provenientes del útero y la vagina (que pueden llegar a ser purulentas y fétidas- de color verdoso y con mal olor, respectivamente), fiebre y malestar general, entre otras manifestaciones.

Si no se trata adecuadamente, puede desencadenar complicaciones como: Enfermedad Inflamatoria Pèlvica Crónica (que evoluciona en crisis y termina afectando el aparato ginecológico de forma permanente), infertilidad, etc.


Endometriosis

Es un trastornos en el que existe tejido uterino endometrial (que es parte de una de las capas de las paredes del útero) fuera del útero, o sea, en un sitio donde no debería existir, provocando todos los síntomas que ocurren durante un ciclo menstrual normal.

Los sitios más frecuentes donde se puede hallar este tejido uterino son:  los ovarios, tejidos cercanos a éste, vejiga y otros órganos de la zona pèlvica.

En otras ocasiones, este tejido uterino se puede encontrar en órganos muy alejados de la zona ginecológica como aparato respiratorio, neurológico y digestivo, entre otros.

Los síntomas principales son:

- sangrado relacionado con el ciclo menstrual, que proviene de cualquier órgano donde se encuentre este tejido uterino (antes mencionados)

-amenorrea (falta de sangrado menstrual)

-dolor bajo vientre o localizado en el órgano afectado  (debido al proceso menstrual normal que produce acúmulo de sangre e inflamación en ese órgano). Cuando el dolor es predominantemente bajo vientre, suele irradiarse (propagarse) hacia las piernas o la parte baja de la columna vertebral.

-malestar general


Patologías de cuello uterino

Son todas las alteración que pueden darse en el cuello del útero, tanto benignas como malignas.

Entre las benignas están:

- Prolapso uterino (salida de tejido uterino, en forma de tumor benigno, hacia afuera del cuello del útero).

Causa molestias bajo vientre, que pueden llegar a ser dolorosas; sangramientos y secreción, debido a la irritación de un tejido que no está en el lugar adecuado; molestias a  la penetración durante el acto sexual, etc.

Puede llegar a sobresalir de la vagina completamente, en casos extremos, viéndose a simple vista, sin necesidad de un exámen ginecológico con instrumentos especiales.

- Várices del cuello uterino (dilataciones venosas en el cuello del útero). Generalmente son asintomáticas (no dan síntomas), aunque pueden provocar sangramientos, sobre todo durante manipulaciones de la zona (sobre todo durante la penetración a través del acto sexual)

-Quistes y tumores benignos (que generalmente son asintomáticos o causan sangramientos esporádicos- en algunas ocasiones)

- Cervicitis: inflamación infecciosa del cuello del útero.

Las causas más frecuentes son las  bacterias del género estreptococo y la Clamydia trachomatis.

Causan enrrojecimiento del cuello uterino, que puede estar acompañado de lesiones rojizas punteadas y pequeñas, o irregulares y un poco más grandes.

Puede llegar a volverse crónica, al igual que la Enfermedad Inflamatoria Pèlvica, si no se trata adecuadamente, pudiendo convertirse en cáncer cervical debido al daño del tejido, por largo tiempo.

- Ectopia cervical: es la presencia de tejido que debería estar en la parte interna del canal cervical (canal tubular del cuello del útero, que conecta a éste con la cavidad uterina), viéndose en la parte externa del cuello del útero.

Se ve como una zona de un color diferente al del resto de la parte externa del cuello uterino (generalmente muy enrrojecida) , que puede ser regular a manera de círculo, o de manera más irregular, viéndose como una zona generalmente plana.

Generalmente no causa manifestaciones y se halla de manera casual mediante un exámen ginecológico de rutina, aunque, en ocasiones, produce secresiones, que son claras y no fétidas.

- Ectropion cervical: parecido a la ectopia cervical. Es la salida de tejido, que debería estar en el canal cervical, hacia afuera del cuello del útero.

Se ve como una zona irregular y con bordes elevados y causa cambios en el tejido de esa zona (de los labios del cuello del útero), que puede llegar a convertirse en una patología maligna.

Aunque, generalmente, no causa manifestaciones, al igual que la ectopia, puede provocar secresiones vaginales más frecuentemente que la ectopia, además de molestias y sangramientos, mayormente a través de la penetración, durante el acto sexual.

Entre las malignas están:

- Neoplasias intraepiteliales cervicales (los llamados NIC debido al significado de sus siglas en inglés- Cervical Intraepitelial Neoplasia). Estas son lesiones que no se ven a simple vista ni causan síntomas, ya que son estadios iniciales de lesiones en el tejido del cuello uterino que, de no ser tratadas a tiempo, se pueden convertir en cancerosas

- Cáncer cervical (del cuello uterino), que se puede observar de diferentes maneras durante el exámen ginecológico y provoca varios síntomas como dolor bajo vientre, secresiones vaginales (generalmente amarillo verdosas y fétidas), que se ven acumuladas en el utero y saliendo a través del cuello uterino, durante el exámen ginecológico.


Dismenorrea

No es más que el ciclo menstrual con síntomas y signos fuera de lo normal.

La manifestaciones incluyen: menstruaciones dolorosas con dolor bajo vientre intenso, con gran flujo menstrual; malestar general; náuseas, vómitos, diarreas, cólicos y otras manifestaciones digestivas; mareos;  fatiga (que puede ocasionar, en ocasiones, pérdidas trasitorias del conocimiento); cambios del estado de ánimo (irritabilidad, ansiedad, depresión, alteración mental); insomnio; falta de apetito; cefalea, etc.


Congestión pèlvica

Es el acúmulo de sangre, en los vasos sanguíneos que se encuentran en la pelvis, rodeando al útero y los órganos cercanos, que causa dilataciones varicosas (várices pèlvicas), debido a la incapacidad de estos vasos sanguíneos, para retornar la sangre, desde los órganos pèlvicos hasta la circulación general (como debe ocurrir normalmente)

Está dado por diferentes causas que pueden llegar a ser congénitas, debido a dilataciones anormales de las venas de este sitio (generalmente por posición  inadecuada del útero desde el momento del nacimiento); o por otras afecciones adquiridas, dentro de las que se encuentran: sobrepeso y embarazo (por la presión que ejerce la columna y la zona del abdomen, sobre la pelvis), no completar el acto sexual al punto del orgasmo ( ya que las venas de esa zona se dilatan durante el acto sexual y, al no completar la fase orgásmica, se quedan dilatadas, produciendo afectación de las mismas cuando esto se produce de manera repetida); entre otras causas.


Dispareunia

No es más que dolor a la penetración vaginal, que se irradia a bajo vientre, acompañado de ardor, incomodidad y sensación de quemazón.

Se debe a diferentes causas, dentro de las cuales, las más frecuentes son:

- resequedad vaginal de causa hormonal (más frecuentemente debido a los cambios durante el postparto y y el climaterio)

- traumatismos vaginales (por actos violentos que han provocado desgarros, como ocurre en las violaciones sexuales, traumas durante el parto u otros procederes quirúrgicos ginecológicos)

- vaginismo (incapacidad para permitir la penetración vaginal, debido a contactura excesiva e involuntaria- no intensionada- de los músculos perineales- los que que se encuentran en el suelo de la pelvis-, la cual casi siempre es de origen congénito o psicológico)

Cáncer ginecólogico

Es la invasión de células malignas, a los órganos ginecológicos. El órgano más afectado, dentro de este sistema, es en útero, pero pude verse afectado cualquier órgano de este aparato (vulva, vagina, ovarios, Trompas de Falopio y tejidos que se encuentran en la pelvis)

Las manifestaciones están dadas en dependencia del órgano afectado, pudiendo dar: dolor bajo vientre, secresiones vaginales generalmente fétidas y purulentas, aumento de volumen de la zona del abdomen o bajo vientre (cuando se trata de un tumor ya establecido), sangramientos uterino- vaginales, etc.

 Si se propaga a los órganos cercanos al aparato ginecológico (generalmente recto, vejiga y vías urinarias), provoca manifestaciones por afectación de estos órganos.

Como cualquier tipo de cáncer, puede propagarse hacia órganos lejanos provocando afectación de los mismos (fenómeno conocido como metástasis - llegada de células cancerosas hacia lugares alejados del sitio inicial donde se produjo primeramente la lesión)


Bartolinitis

Es la inflamación de las Glándulas de Bartolino (glándulas que se encuentran entre los labios de la vulva, que se encargan de lubricar esta zona, manteniéndola húmeda todo el tiempo).

Esta inflamación se debe a una obstrucción de las glándulas, de causa infecciosa o no. Generalmente esta dada por el uso de telas irritantes o ajustadas, aumento de la humedad, el razurado de la zona del pubis de manera inadecuada, etc. Cuando la causa es infecciosa, se debe a la presencia de bacterias que penetran dichas glándulas.

Las manifestaciones están dadas por aumento de tamaño de las glándulas, que se ven en forma de tumor, enrrojecidas y calientes al tacto, provocando mucho dolor e incomodidad de la zona, lo cual impide, en la mayoría de las ocasiones, caminar y sentarse adecuadamente.

Pueden formar quistes (estructuras en forma redondeadas, con líquido en su interior, generalmente claro y no fétido). Cuando la causa es infecciosa, las manifestaciones son más alarmantes y provocan lesiones parecidas a los quistes, pero con secreción purulente y fétida.





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